Sin traducciones, ni Shakespeare ni Homero serían lo que son.

21 mayo 2012

The End


«Si desea obtener una traducción al inglés de lo que la persona de servicio técnico 
le está diciendo, por favor presione la tecla 2, si por el contrario desea bla bla bla»
Ya hemos terminado las clases, y por tanto, Informática Aplicada a la Traducción. A menos de un mes para graduarme y estar licenciada en Traducción e Interpretación tendré que poner en práctica todo lo aprendido durante el cuatrimestre desde el primer momento en que entre en el mundo profesional.

Como despedida voy a intentar resumir en unos renglones los temas básicos vistos en clase. Hemos trabajado en todo momento con la Informática dentro del entorno del trabajo del traductor y las tecnologías de la información. Hemos aprendido a editar textos, gestionar corpus bilingües y multilingües, gestionar proyectos simulados de traducción, trabajar con memorias de traducción y sus múltiples recursos (y, a veces, desventajas), cómo crear, actualizar y gestionar terminologías y, finalmente y no por ello menos importante, nos hemos percatado de la relevancia de todos estos procesos en el trabajo del día a día del traductor y de cara al mundo y a la demanda profesional. Por todo ello, creo que la Informática Aplicada a la Traducción es una asignatura de gran ayuda.



Como comenta nuestra profesora: «No podemos quedarnos atrás.» ¡Hay que sacarle el mayor partido posible!

P.D. Ya que me vi «forzada» a crear un blog y comentar todo lo visto en clase… ¡no dejaré de utilizarlo! A partir de ahora hablaré sobre experiencias más personales, lecturas o todo aquello que tenga que ver con la traducción e interpretación. ¡Espero que me sigáis!