Sin traducciones, ni Shakespeare ni Homero serían lo que son.

12 julio 2012

¿Escribes o traduces?


Acabo de terminar la licenciatura y ya me bombardean con la temida frase que siembra el pánico: «De la traducción no se vive». Es cierto, no son pocos los traductores que no tienen más remedio que sobrevivir con otros extras aparte de la traducción, como la enseñanza o incluso la literatura. Para todos los amantes de la traducción literaria supongo que hasta será uno de sus retos, también.

Personalmente, creo que alternar esas dos profesiones y poder desenvolverse en varios idiomas es algo muy positivo. Eso sí, hay que ser capaz de leer, traducir y expresarse de la misma forma en todos. Solo tenemos que fijarnos en Conrad o Steiner, escritores que hasta dejaron de lado su idioma natal. Aunque también hay traductores que RE-afirman que es imprescindible distinguir el límite que separa al traductor del escritor, ya que mucha influencia de uno u otro o incluso de los idiomas puede llevar a problemas de contaminación de estructuras, vocabulario, etc. Y es que, ¿quién no se ha topado muchas veces en sus traducciones con diferencias tan simples como el género de algunos nombres? No hay que olvidarse de las otras facetas de la Luna (con su bigotito, por ser masculino en algunos idiomas) o del Sol (con sus pestañas pintadas, por ser femenina en algunos idiomas).

Entonces, ¿es posible ser traductor y escritor a la vez?

4 comentarios:

  1. No hagas caso a comentarios sin fondo. Deja q lleguen las cosas, y lo q t propongas q sea con ilusión. Un buen trabajo se nota si se ha hecho con cariño y con dedicación, y sobre todo con profesionalidad. No pensando en lo q se cobrará.
    Para eso ya tndrás tiempo a lo largo d tu carrera profesional, q sé q será larga y buena.
    Ah!! y claro q se puede ser traductor y escritor a la vez,como se puede ser arquitecto y diseñador y escribir y dibujar, todo depnde d la sensibilidad y las ganas d trabajar, y a tí t sobra d ambas.
    Felicidades.

    ResponderEliminar
  2. ¡Muy cierto! Al fin y al cabo lo que termina importando es un buen trabajo, cueste lo que cueste :)
    Y claro, los traductores somos muchas cosas a la vez..empezando por ser ¡políglotas!

    ResponderEliminar
  3. Hola amiga, muy interesante tu reflexión. Yo soy licenciada en Filología Inglesa y he traducido, a veces. También en la carrera hemos tenido algunas asignaturas de traducción. Es un trabajo complicado el del traductor y poco valorado. A mí muchas veces me "encasquetan" traducciones como si eso no costara (dinero o tiempo o esfuerzo), como si un filólogo o traductor fuera un diccionario andante.

    El tema que comentas, traductor-escritor da para mucho. Yo sí creo que un traductor tiene que ser un escritor, en parte en el sentido de saber plasmar el valor literario de la obra. Más allá de las palabras están los dobles sentidos, los juegos de palabras, los referentes culturales, símbolos. Como ya sabemos, no todos tienen el mismo valor en dos lenguas. ¿Cómo se traduce un poema? ¿Se ha de respetar la rima o el significado? Y cuando una palabra al traducirla pierde un valor en la lengua meta, ¿hay que adaptarlo o nos conformamos con el significado literal? Para rehacer un poema y que "cuadre" hay que ser muy "escritor" (pero sin dejarse llevar por la individualidad, como ser "escritor mercenario").

    Enhorabuena por tu blog, es estupendo.

    Te mando un abrazo.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Totalmente de acuerdo con todas las preguntas que has propuesto. Yo también me las he planteado en mis traducciones durante la universidad y, desgraciadamente, muchas veces he tenido que optar por las decisiones que "querían ver los demás" en vez de las que yo hubiera elegido. Así que lo bueno de haber terminado ya la carrera es que tengo más libertad de seguir mi propio instinto, aunque eso signifique tener muchos más quebraderos de cabeza, jejeje.

      ¡Gracias por tu comentario! :)

      Eliminar

Deja aquí tu comentario