Sin traducciones, ni Shakespeare ni Homero serían lo que son.

10 abril 2012

No disparen al becario (capítulo II)

¿Cómo empezó todo? Este verano de 2011 realicé unas prácticas durante 6 meses en una constructora centrada en dar una formación en idiomas de los negocios a empresas y a cientos de clientes corporativos por toda España. Es un tipo de empresa que destaca por la enseñanza a través del denominado aprendizaje blended, es decir, su enseñanza se adapta a las exigencias y niveles de los clientes. Para cumplir con ello se distinguen diferentes tipos de servicios: formación presencial, formación virtual por teléfono o skype, cursos intensivos y residenciales, e-learning (aprendizaje online), además de sistemas de medición de nivel, traducción e interpretación y servicios de consultoría lingüística.

Las expectativas al incorporarme a estas prácticas eran muy buenas. Una vez que nos mandaron la oferta acerca de esta empresa a través de la oficina de prácticas de la universidad, me informé de ella visitando su página web. Me parecía muy interesante poder trabajar en una constructora de idiomas a nivel mundial, además de tener un departamento específico de traducción e interpretación (que desgraciadamente nunca llegué a conocer). Tuve dos entrevistas, la primera con la gestora de Recursos Humanos. En ese primer contacto es cuando puedes ver el ambiente de la empresa: familiar o más estricto. No os olvidéis de dar siempre una buena imagen aunque sin pasarse; si te contratan todos sabemos que no irías cada día a trabajar de punta en blanco. Mi segunda entrevista, en inglés, fue con el jefe de Coordinación de Clases Face-to-Face y con la coordinadora de Clases ISUS. En una primera parte me dieron la información sobre la empresa y las tareas que yo tendría que llevar a cabo. En una segunda parte de la entrevista me preguntaron por qué querría trabajar en esta empresa, qué me aportaría como experiencia laboral y mis expectativas de cara a mi futuro profesional. Afirmaron que el hecho de trabajar con ellos me haría introducirme poco a poco en el mundo profesional de los idiomas, sobre todo en un ámbito financiero, económico, jurídico, profesional y administrativo, así como en aspectos de traducción de documentos de gestión y en la realización de interpretaciones de enlace diarias de tipo informal. Estas son las preguntas recurrentes que nos pueden surgir en las entrevistas de trabajo, así que siempre es bueno llevarlas preparadas.
¿En qué consistía mi trabajo? El departamento en el que realicé la mayor parte de mis prácticas fue el de Clases de Formación Presencial Face-to-Face, y el último mes de mis prácticas me cambiaron al departamento de Clases Telefónicas. Las funciones eran las mismas. La Formación Presencial se basa en un método ISUS Face-to-Face. Se trata de un método dinámico de formación presencial siempre centrado en el ámbito de los negocios. Dentro de esos ámbitos de enseñanza, mis tareas principales eran bastante dispares: gestión y administración de medición de nivel de idiomas, organización y control de la documentación en bases de datos (creación de grupos, empresas, clientes, fechas de cursos, asignación de periodo de vacaciones, asignación de tarifas, materiales), ayuda a los profesores a realizar trabajo administrativo (rellenar hojas de asistencia, cuestionarios y encuestas de satisfacción, diplomas, tutorías, informes de progreso) y cualquier otro tipo de ayuda (explicación de direcciones), contacto con empresas filiales internacionales, control del reclutamiento de nuevos profesores o propuestas de clases y reorganización de imprevistos (cancelaciones, recuperaciones, cambios de professor, cambios de aulas). Por otro lado, realizaba las llamadas Dry Run Classes, donde profesores que se van a incorporar a la plantilla tienen que realizar simulacros de clases y nosotros, como alumnos, tenemos que valorar y rellenar los informes de evaluación. Los profesores son nativos ingleses, de diferentes nacionalidades y los temas de las clases varían desde trabajos profesionales, estudios universitarios, salidas profesionales (en mi caso tuve conversaciones muy interesantes de traducción e interpretación con verdaderos profesionales), temas de la actualidad de economía y derecho, etc. Para mí, como asistente de coordinación e intermediaria entre dos partes —la persona afectada o cliente (profesores, alumnos) y la persona encargada del área del tema tratado (gestor, corporativo o coordinador de la empresa en cuestión)—, el ingrediente fundamental de mi trabajo era el correo electrónico y las llamadas vía skype. Sólo así realizaba todas esas tareas. Generalmente siempre en inglés. No sé cuántos e-mails podía recibir y escribir al día, perdía la cuenta, pero desde luego que ya casi salían solos, eso me dio mucha soltura a la hora de tratar con clientes.
¿Qué formación recibí? Recibí formación informática acerca del uso de diferentes bases de datos, páginas electrónicas y virtuales a través de las que se pueden realizar clases telefónicas, cursos online, rellenar archivos e informes compartidos en toda la red, etc. Además, la empresa me permitió asistir a un curso intensivo de inglés de los negocios de 15 días, 3 horas diarias, impartido por nuevos profesores nativos presenciales que se incorporarían el próximo curso. Se trataba de un curso-simulacro de iniciación y preparación para los profesores. El curso fue totalmente gratuito. (SIEMPRE hay que aprovechar cualquier oportunidad para asistir a nuevos cursillos, aunque sea un tema muy ajeno a tus hobbies). 

Y ya para terminar, también estoy colaborando como becaria en la creación de un diccionario Español-Portugués. Es un proyecto a largo plazo, de unos tres años. Lo bueno es que trabajo desde casa. Y seguro que el esfuerzo va a merecer la pena, ¡y todas las palabras que voy a descubrir, en portugués y sobre todo en español!

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