Sin traducciones, ni Shakespeare ni Homero serían lo que son.

13 abril 2012

Segundo contacto con una Memoria de Traducción

Árbol de directorios
Tras un «Primer contacto con una Memoria de Traducción», hoy vamos a poner en práctica el recorrido completo de cómo se trabajaría con la MT. Partimos con el mayor hándicap que tienen las MT: su productividad va a ir en relación con lo que vayamos almacenando, pero no siempre es así, porque pueden servir para ordenar o sistematizar lo que tienes almacenado (como valorar las repeticiones internas del documento, crear un presupuesto, establecer las pautas de trabajo), y manejar otras herramientas (propagación, análisis) que te obligan a mantener una coherencia interna en la traducción. 

Vamos a trabajar con la versión Déjà vu x2. Antes que nada, aquí tenemos un portal con muy buenas explicaciones de cómo utilizar este sistema. Como siempre, tenemos que crear primero una memoria de traducción, un proyecto, una base terminológica y seguidamente importar el archivo TMX y abrir el documento propio de la traducción. La idea del nuevo proyecto engloba todo, que, gracias al asistente, vamos a guardar en nuestro ordenador, así que conviene ir organizando en carpetas toda la información con la que vamos a trabajar. Es bueno poner a los archivos siempre el mismo nombre, puesto que cada uno tendrá una extensión diferente, así que no habrá confusión (.dvprj para el proyecto, .dvmdi para la memoria y .dvtdb para la terminología). La base de datos de la MT y la base de datos de la terminología son las fuentes sobre las que nos apoyamos, pero trabajamos propiamente con los textos que vamos a traducir. A medida que vayamos traduciendo vamos a tener nuestra traducción en el documento y en la MT que tenemos almacenada. Tanto si queremos añadir como exportar más archivos a nuestro documento, tenemos que hacerlo desde el árbol de directorios de la MT. Por ejemplo, para visualizar el archivo externo TMX, abrimos primero nuestra base de la memoria y ahí lo importamos. En cuanto al documento para traducir, abrimos primero el proyecto, añadimos el archivo original y luego lo importamos.

Como sabréis, la MT cuenta con una serie de filtros que analiza el formato de origen, eliminando toda la información adicional del contenido textual. Si trabajamos con una página web, es imprescindible que, una vez traducidos los archivos, el formato de la página sea igual. Para ello, es importante que el navegador tenga acceso a todas las carpetas de la página web, como las hojas de estilo, javascript (programas), imágenes, etc., por lo que tenemos que importar TODA la carpeta de la web a nuestro proyecto de la MT. Con ello, terminará creando un documento final que será similar o idéntico al documento original, manteniendo su estructura y formato. La ventaja de la MT es que le evita al traductor tener que manejar programas distintos: ¡te lo da todo hecho! Así que no es necesario conocer el código .html, sino que la MT extrae directamente de la página web los elementos textuales para traducirlos.

Vamos a ver a fondo sus funciones o prestaciones más útiles (que encontramos en el menú de herramientas):

-           -     Contar palabras: nos ofrece un número exacto de palabras, caracteres y códigos, tanto traducidos como pendientes por traducir. 
-             -    Análisis: nos permite ir viendo cuánto llevamos traducido y lo que está pendiente de traducir, así como traducciones aproximadas, exactas, las que va ensamblando, repeticiones y segmentos duplicados (palabras que se repiten dentro de la propia traducción). Además ofrece la posibilidad de cotejar la nueva información con otra MT y ayudarnos a preparar un presupuesto.

Recuento de palabras.- Análisis
-             -   Entorno: es muy conveniente definir que con control-flecha abajo se vaya guardando lo traducido en la memoria (icono de cilindro rojo); así como definir la autobúsqueda directa en la MT. La autopropagación nos ofrece directamente un segmento que ya hemos traducido.
     
       
 Priorización de las bases de datos
            -   Terminología: podemos ir creando un glosario y una terminología,  marcando ambos términos en inglés y español y añadiéndolos a nuestra memoria (icono de cilindro azul). Es muy útil pues, además de que la creación de la terminología es automática y no lleva trabajo, la MT va almacenando los términos según el contexto.
  -          Podemos añadir comentarios desde la pestaña ‘editar’.
  -    Comprobar qué bases de datos están activas desde las pestañas ‘proyecto-propiedades-bases de datos’. Ahí, se pueden priorizar las bases de datos, tenerlas almacenadas o de lectura y escritura, así como ‘reversibles’ para consultar tanto el idioma origen como el de destino.
 -  QA (control de calidad): con múltiples prestaciones, como la comprobación de números o terminología. 


Una vez que contamos con todo el análisis, nos metemos de lleno en el propio procedimiento de la traducción (con opciones disponibles en la pestaña de Traducción). ¡Atención!: Siempre que se traduce conviene tener el original abierto, para no perder la referencia. 

2.                   -       En primer lugar nos facilita la opción de ver una «pre-traducción», va a leer todo el documento y cuando encuentre un segmento ya almacenado en la MT, rellenará las celdas de destino. Nos permite aceptar sólo las correspondencias exactas al 100%. Una mala noticia: todas las memorias de traducción están enlazadas con el sistema de traducción automática. Antes se permitía hacer una pre-traducción con Google Translate, pero ahora te cobran unos 20 dólares por millón de caracteres traducido.
-          -     También podemos optar por «ensamblar» usando porciones, es decir, el sistema, tras consultar la MT y  encontrar algún segmento ya traducido o con la misma terminología, crea una posible traducción. 
3.              -        La operación de «pseudo-traducción» es específica para lenguas de no caracteres latinos como prueba de reconocimiento de caracteres.
4.     -   Para que el proceso de traducción sea más automático, es necesario contar con un sistema de comunicación (interfaz) que le da órdenes al programa para almacenar la información, y que encontramos en la segunda barra de herramientas. Desde ahí podemos unir segmentos, eliminar segmentos, etc. Cada vez que se modifica un segmento aparecen en la columna del medio unos códigos ocultos, ¡cuidado!, son signos de información para el usuario, le avisan de que algo falta por hacer. Por ejemplo, es muy frecuente que nos recuerde que tenemos que copiar los códigos del original (podemos hacerlo desde el atajo del teclado F8), pues pueden guardar información. ¡Por cierto! Para todos estos cambios y operaciones es bueno conocer las formas abreviadas para agilizar el proceso. 


Opciones de Traducción.- Códigos de aviso

      Cuando terminamos el proyecto, exportamos el formato para sacar el documento traducido desde el árbol de directorios y que se guardará en una carpeta nombrada en-es (por los idiomas de origen y destino).

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